Se Francia, Italia e Spagna si uniscono, l’Europa cambierà
Romano Prodi: “Si Francia, Italia y España siguen juntas, cambiará la UE”
Ex primer ministro italiano y expresidente de la Comisión Europea
Entrevista de Anna Buj a Romano Prodi en La Vanguardia del 17 de majo 2020
A sus 80 años, Romano Prodi ha aprovechado el confinamiento para hacer cada día 10 kilómetros en su cinta de correr. “¡Ya he llegado a Croacia!”, ironiza al otro lado de la pantalla. El ex primer ministro italiano y expresidente de la Comisión Europea viste corbata y dice que se siente un “preso político” –según comentó al principio de la llamada– en su casa en Bolonia, donde ha empleado el tiempo en leer, escribir y seguir de cerca la política italiana y europea.
¿Cómo valora la actuación del Gobierno de Giuseppe Conte? ¿Cree que tendrá continuidad?
He visto a una Italia que sufre pero que se ha comportado como un país serio. Conciliar las almas de los componentes de la coalición causa siempre problemas, y lo digo desde la experiencia. Pero un Gobierno cae cuando hay alternativas, y en este momento no las veo. Si no se agrava la situación económica no veo una crisis inminente.
En Italia se ha especulado con un posible gobierno de Mario Draghi…
Nadie ha preguntado a Draghi si lo quiere hacer. Es una posibilidad pero no la veo en la fase de realización.
En su país también se debate si recurrir o no al mecanismo europeo de estabilidad (MEDE).
No utilizarlo significa ser ridículos. No hay duda desde el punto de vista económico: han quitado las condiciones y significa tener un préstamo con intereses muy bajos para algo que necesitamos como es inversión en sanidad. Desde el punto de vista político para nosotros, españoles, italianos, franceses, que libramos una batalla justa para que en Europa exista un mínimo de solidaridad, la idea de rechazar una financiación sin condiciones con un interés a casi cero es inadmisible.
¿Por qué entonces es tan controvertido?
En Italia hay un problema teológico: como el Movimiento 5 Estrellas cuando eran antieuropeos se posicionaron claramente contra el MEDE volver atrás para ellos sería muy difícil, porque deberían convocar un consejo ecuménico. La teología es un problema.
¿Europa vuelve irremediablemente a las divisiones entre norte y sur?
De hecho es así, pero es muy interesante porque el escenario ha cambiado. Francia, Italia y España han jugado a un mismo juego estas últimas semanas de un modo excepcional. Si esto se mantiene, cambiará Europa. Porque estos tres países representan a la mitad de la población, y si juntamos a otros como Portugal… Esto no puede no tener consecuencias, porque no es un país en solitario, no es Grecia. Pero ojo, esto no quiere decir ser antialemanes, quizás un poco antiholandeses sí, pero antialemanes no.
Usted hablaba de que negociar con los ministros holandeses era un infierno.
Yo acepto lecciones de quien es virtuoso, pero de Holanda, que se ha convertido en el mayor paraíso fiscal europeo, no acepto lecciones, faltaría más. Las lecciones las acepto en alemán, no en flamenco. Alemania es cada vez más dominante. Los países del este se están volviendo länders. Y no por vicio, sino por virtud de Alemania. Pero es necesario reflexionar porque las estructuras políticas necesitan equilibrios. Europa es una unión de minorías. Si nosotros no mantenemos este hecho no tenemos más Europa.
¿Qué consecuencias tendrá la decisión del Tribunal Constitucional alemán?
No es la pronunciación de una corte cualquiera, sino que si va adelante cambiará el gran principio de que el derecho europeo prevale sobre el nacional. Si hay consecuencias Europa cambia completamente. Pero de momento he visto una reacción sana de la Comisión y del BCE.
Usted cree que Alemania actúa como policía bueno y Holanda, como el malo…
La instancia popular de tener miedo a pagar la deuda de nosotros, latinos, es idéntica. Pero Alemania está más condicionada por su liderazgo, su historia y su complejidad política, sabe que su prosperidad depende de la entera UE y actúa con más prudencia. Holanda no tiene estas condiciones. El peligro de la división de las dos Europas es grande.
Conte ha pedido con fuerza los coronabonos . ¿Hace falta un frente común más fuerte entre España e Italia?
Pienso esto desde que era niño. Es necesario que haya no sólo una relación de afecto, que existe, y muy fuerte, sino de interés entre España e Italia. En lugar de esto muchas veces nos hemos jugado a la contra. Recuerdo mis relaciones complejas con José María Aznar. Es un error histórico. Pero aún unidas, España e Italia son débiles, por eso es importante que por primera vez se nos haya unido Francia. Si Francia hace valer su importante posición internacional, siendo el único país en la UE con el arma nuclear, nos acercamos al discurso del equilibrio europeo.
¿Ve a Giuseppe Conte y a Pedro Sánchez capaces de solventar este “error histórico”?
Sí, pero necesitamos un diseño político, no una excusa para conseguir dos duros. Debemos tomar la iniciativa para llegar a un diseño histórico de reequilibrio en Europa y asumir un nuevo papel.